10 DE
AGOSTO DE 2015
RESPUESTA A CARMEN C. P.
Preguntas
por mi opinión sobre si la economía global cambiará y dará respuesta a los
extremos de riqueza y pobreza, que lejos de acercarse parecen estar cada día
más lejos uno del otro.
Las
personas de buena voluntad abundan, (más de lo que podemos imaginar), pero las
que tienen la autoridad tienen toda la autoridad. Ello ha conducido a la
situación que vivimos:
Los ciudadanos,
aletargados y ajenos a la posibilidad de intervenir en los procesos decisorios
que afectan su vida, aceptan las imposiciones de quienes ejercen el poder del
gobierno, como súbditos sumisos a los decretos que se venden como necesarios e
inevitables.
El camino es dejar de
ser súbditos impasibles y espectadores resignados, para convertirnos en
ciudadanos responsables, exigentes y participativos, que quieren que un mundo
donde las personas seamos lo importante sea una realidad.
Uno de los aspectos más necesarios por desarrollar, para
la consecución de un mundo mejor, es la conciencia de unidad de la raza humana
(un mundo y sus ciudadanos), y desechar ese axioma tan fuertemente grabado en
nuestras mentes de tomar partido y considerar cualquier otra posición como
oponente al que hay que eliminar o dejar en tal inferioridad que nada pueda
hacer.
Debemos preguntarnos qué tenemos, qué queremos y actuar
en consecuencia. Las soluciones van de la mano de todos.
Hay solución, y es más, es una necesidad de nuestra
civilización que consigamos eliminar los extremos de riqueza y pobreza. No se
puede demorar mucho más. Lo conseguiremos.
Juntos lo podemos todo.
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